martes, 24 de junio de 2014

HISTORIA: El órgano de la Iglesia de San Pedro de Siresa.


Una pequeña gran obra sufragada con las entradas por visitar el templo y las aportaciones vecinales.

El monasterio románico de San Pedro de Siresa se encuentra emplazado en el valle de Hecho, en la población de Siresa, a 822 m de altitud.


Su historia se remonta al año 883 y, desde entonces, numerosas han sido las actividades religiosas y políticas que han vivido sus muros, alcanzando su esplendor durante el siglo X siendo Sede Episcopal de Huesca y gozando de una de las mejores bibliotecas de la época. En este monasterio se educó Alfonso I el Batallador.

Su decadencia se inicia en 1.145. Sufrió un importante incendio que derrumbó y destruyó parte del mismo con importantes pérdidas en su patrimonio y obligó a reparaciones que redujeron su tamaño. Fue declarado monumento nacional en 1931 y en la actualidad es la Iglesia Parroquial de Siresa.

Pero, al igual que ha ocurrido y ocurre en otros lugares, el todavía magnífico edificio se encontraba huérfano del sonido, que en otro tiempo, llenaba sus cruceros y rincones el órgano de tubos existente. Y la iniciativa popular lo solventó.


El regreso en 1982 a Berdún, su pueblo natal, del maestro organero José Antonio Pérez Añaños, abrió las puertas para una iniciativa social que fructificó con la instalación e inauguración, el día 1 de julio de 2007, de un magnífico y a la vez peculiar instrumento fabricado por el prestigioso autor.

Se trata de un órgano fabricado en madera de embero, tiene 2,40 m de altura, 1,80 de anchura y 1,30 de profundidad. Consta de dos teclados manuales de 56 notas, pedal de 30 notas, transmisión mecánica, secreto de corredera, diez registros partidos y dos de mano derecha. Tiene la característica de que sus tubos metálicos se encuentran “encerrados” dentro del mueble, abriendo la parte delantera para su uso y los bajos anclados en la pared o lateral.

Pérez Añaños ha tenido una intensa actividad durante los últimos 25 años viviendo largas temporadas en Barcelona y Melbourne. Su especialidad ha sido la restauración y mantenimiento de órganos, (Tudela, Bolea, Huesca, Aibar, Barasoain…) mientras que en la fabricación, (por razones de salud) ha preferido centrarse en órganos de medio y pequeño tamaño (Etxavacoiz, monasterio de Santa Clara o los concertistas G. Rifón, A. Sagaseta y C. Beltrán). El de Siresa ha sido uno de sus últimos trabajos.

Me encantó su presencia e historia, aunque, no pude disfrutar de su sonido.

Manuel Conte

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