Con un pórtico de bellísima factura, adscrito al gótico mediterráneo y, por tanto, que nos recuerda enormemente al de nuestra Colegiata (aunque mucho mejor conservado aquél), la catedral de Tarragona es un conjunto monumental de primer orden, sede del arzobispado tarraconense y lugar de referencia para los fieles de la vieja Tarraco.
Pórtico de la catedral de Tarragona |
Todo en ella es monumental. La iglesia, pulcramente restaurada, el claustro, donde reposa Pedro de Sagarriga, uno de los nueve compromisarios reunidos en Caspe, y las dependencias anexas donde se levanta el Museo Diocesano, con piezas de indudable valor.