Sergio Alentorán dejará hoy de ser párroco de Caspe. Su papel ha sido clave para poner en marcha y asentar el proyecto del Órgano. Su entrega, su tenacidad, su diplomacia y su entusiasmo han sido esenciales. Sin ese apoyo, la Junta Gestora quizás habría muerto antes de nacer.
Nos acercamos a St. Lucía para charrar un rato con Sergio: su valoración de estos casi 3 años al frente de la parroquia, su sondeo de la vida religiosa en Caspe, sus sensaciones a la hora de cerrar este etapa, etc. Y, evidentemente, no tarda en surgir el tema del Órgano. Con la claridad y sensatez acostumbradas, lo aborda sin titubeos
"Te confieso que me metí con miedo", admite con franqueza. "Andábamos por entonces en plena vorágine organizadora del Sexto Centenario y el pueblo estaba lleno de actividad. Miguel (Caballú) vino una tarde a este despacho y me propuso la idea. Creía debíamos aprovechar el tirón del aniversario y plantear la reposición del órgano en la Colegiata Santa María la Mayor. Jamás le puse un pero, pero sí le manifesté de viva voz las dudas que tenía de hacer viable el tema, teniendo en cuenta la crisis tremenda que nos azota, la envergadura del proyecto y la humildad de nuestra Parroquia. Ahora bien, le mostré mi apoyo y mi aliento para poner en marcha la iniciativa a través de una Junta Gestora".
En silencio, se iniciaron los primeros contactos con entidades financieras de raigambre en Caspe. José Luis González Uriol, organista de reconocido prestigio, muy vinculado a Caspe, se sumó sin reservas al proyecto como asesor musical. "Cuando a finales de diciembre CAI confirma una subvención (25 mil euros) para arrancar, dijimos: venga, nos tiramos; pero nos tiramos para nadar, y no para el suicidio. Y lo hemos hecho encontrándonos siempre salvavidas por el camino. Echamos la vista atrás y vemos todo lo que se ha hecho, las miles de horas dedicadas a perfilar este proyecto, el contrato, cómo lo acercamos a la gente, es realmente un gran trabajo".
Sergio Alentorán |
En silencio, se iniciaron los primeros contactos con entidades financieras de raigambre en Caspe. José Luis González Uriol, organista de reconocido prestigio, muy vinculado a Caspe, se sumó sin reservas al proyecto como asesor musical. "Cuando a finales de diciembre CAI confirma una subvención (25 mil euros) para arrancar, dijimos: venga, nos tiramos; pero nos tiramos para nadar, y no para el suicidio. Y lo hemos hecho encontrándonos siempre salvavidas por el camino. Echamos la vista atrás y vemos todo lo que se ha hecho, las miles de horas dedicadas a perfilar este proyecto, el contrato, cómo lo acercamos a la gente, es realmente un gran trabajo".
Como todo gran proyecto que se precie, y a pesar del gran apoyo social que ha tenido y sigue teniendo entre la población, ha sido cuestionado, por su envergadura y elevado coste, en algunos sectores de la comunidad cristiana de Caspe. Y no sin argumentos válidos. "Represento a la Parroquia: a los que están a favor y a los que no lo consideraban prioritario en este momento. He intentado respetar todas las decisiones. Y siempre les he dicho: si venís mañana con ánimo de hacer una Junta para arrreglar el suelo de la parroquia, yo os apoyaré, me sumaré el primeo y seguiré el mismo procedimiento que hemos usado para el órgano". Nadie dijo nunca que el órgano fuera algo prioritario; pero nosotros creemos que puede ser un punto de inflexión para la Colegiata, como lo está siendo la Capilla de la Veracruz y el Museo Parroquial. Cinco mil personas han visitado la Colegiata en lo que va de año.
Marzo de 2012. Inauguración Museo Parroquial |
Sergio afirma que el órgano se ha conseguido "con mucha lucha y, sobre todo, desde el respeto absoluto a la forma de pensar de cada uno. La Junta ha funcionado tan bien porque no ha sido nunca juez. Sus miembros han trabajado, dejando a un lado las motivaciones o ideología de cada uno, en una gran unión y con un gran respeto hacia la Parroquia. La Junta ha tenido un comportamiento fantástico y ejemplar".
"El órgano no es un capricho de unos pocos, sino el deseo de muchos; no está concebido para el disfrute de los fieles, sino para toda el pueblo. La Colegiata es algo más que el sitio donde rezan los caspolinos creyentes; es un icono, que nos define y nos representa. Obviamente se empleará en las ceremonias litúrgicas, pero también en un abanico de actos culturales para toda la población".
"Lo que hemos conseguido en estos años ha sido por el esfuerzo de todos", concluye satisfecho Sergio, que admite sentir "un gran orgullo y un privilegio" de haber estado de párroco cuando se recuperó la capilla de a Veracruz, el Museo, las celebraciones de 2012, la verja del Caritatero, etc.
Desde estas líneas queremos agradecer profundamente a Sergio su apoyo y su trabajo, por este proyecto y por cualquier otro que repercuta en la mejora de Caspe. Estamos convencidos de que sin él no hubiera sido posible.
Hasta pronto, querido amigo.
La Junta Gestora
un gran párroco para un gran pueblo, sí señor.
ResponderEliminarGracias desde Madrid!