El pasado viernes, cuando contábamos ya los minutos para ponernos el traje de condesas y príncipes medievales, tuvimos la suerte de atender en Caspe a un grupo que, procedentes de Moscú, vinieron desde Tarragona, lugar de sus vacaciones, hasta nuestra ciudad, atraídos por eso del Compromiso. Pertenecían a la Asociación Cultural Fedor Dostoievski.
Niños moscovitas, nuevos mecenas |
A pesar de que en la capital de la antigua Unión Soviética no van escasos de grandes edificios y de bellos templos, se quedaron prendados de nuestra Colegiata. Julia, la intérprete, puso especial interés en transmitirles a los 35 moscovitas (24 de ellos niños) la importancia histórica de Juan Fernández de Heredia, la belleza de la Vera Cruz, el valor del Cáliz del Compromiso, etc.
La sorpresa vino al final, cuando, tras contemplar el Museo Parroquial y dar por terminada la visita, salimos de nuevo a la nave central del templo y nos encontramos a todos los niños, en fila de uno, realizando una aportación para nuestro proyecto del órgano de tubos.
Mentiríamos si dijéramos que, además de una profunda gratitud, no sentimos una sana envidia.
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