viernes, 20 de abril de 2012

Sergio Alentorán, Párroco de Caspe

LA SEMANA SANTA

Hemos celebrado en Caspe la Semana Santa. La semana más venerable del año, la Semana Mayor, como decían los cristianos de los primeros siglos. Nosotros la llamamos Semana Santa por la santidad de los sucesos que en ella se conmemoran, y porque sus días son días de santificación, y así creo que los hemos vivido en nuestra ciudad de Caspe, con todas las celebraciones y procesiones que han tenido lugar.

La Semana Santa está consagrada al recuerdo de la Pasión y Resurrección.

Domingo de Ramos es como el arco de triunfo que nos introduce en la Semana Santa. Era emocionante ver todas las calles de Caspe repletas de niños, jóvenes y adultos, todos vestidos con sus mejores galas. Es uno de los más solemnes del año. Y por la noche, nuestra mirada se conmovió ante la imagen de la oración de Jesús.

Lunes Santo. Bajamos desde los Franciscanos hasta el pórtico de la Colegiata la imagen del Cristo atado a la columna; bajó acompañado de los cofrades; se escuchaba el sonido de los tambores, que marcaron el ritmo del marchar de la procesión. Al llegar a la plaza del Compromiso se pudo observar que su plaza estaba llena de gente esperando la llegada del Cristo atado a la columna.

Son las 9:30 de la noche del Martes Santo. Dos Imágenes muy bellas se encontraron en la plaza España de Caspe: Jesús Nazareno y la Dolorosa. Nos traen a la memoria uno de los momentos mas emotivos de la Pasión: Jesús se encuentra con su Santísima Madre. Todos estuvimos en silencio, contemplando estas imágenes maravillosas, ayudados por una reflexión, una jota, y el toque de una marcha de procesión.

Miércoles Santo, nueve de la noche. Las miradas de hombres y mujeres, jovenes y niños estan clavadas en el Crucificado, en Cristo, que dio la vida por nosotros. Hicimos una parada para leer y reflexionar una estación del Viacrucis, delante de las ermitas de nuestra ciudad de Caspe. Fue una procesión donde el silencio y la devoción de la multitud de personas que participaron se hizo palpable.

Jueves Santo. El fresco y la lluvia se hizo notar en la noche. Y los Cofrades de la Piedad, realizan un emotivo acto religioso en la Iglesia de los Padres Franciscanos. Es como si la Virgen nos dijera esa noche a los hombres y mujeres, que contemplábamos su "Paso", ¿no apreciáis los sufrimientos de mi Hijo y el agudo dolor, que me traspasa el alma?

Viernes Santo. El Santo Entierro. Esta es la Procesión mas solemne de toda la Semana Santa. Una procesión que llenó las calles de Caspe, para contemplar con nuestros ojos todas las imágenes de todas las Cofradías. Y como acto final de la procesión, el “cierre del sepulcro” por parte de la Cofradía del Santo Entierro, que nos encogió el corazón, con el sonido de fondo de tambores y la matraca de la Colegiata.

Sábado Santo. Vigilia Pascual. Con el canto del Gloria dentro de la Colegiata, y con el repique de las campanas, todas las Cofradías anunciaron con el toque de sus cornetas, tambores y bombos que Jesús había resucitado.

Han sido días muy intensos; pero una vez más hemos logrado a través de nuestro presencia, silencio, recogimiento y oración; dar a la Semana Santa de Caspe toda la dignidad y respeto que merece.

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